
Otra vez ella camina hacia aquel parque que fue triste testigo de un anterior fracaso, se sienta en una de las bancas, mira hacia ambos lados y empieza a jalarse los guantes negros que hacen juego con su chompa, que da realce a su rostro sonrosado y a sus cabellos largos y castaños. Está nerviosa, no sabe que va a pasar.
Ella como siempre, se adelanta y alucina: se ve ahí mismo, sentada, de pronto mira hacia un lado, mira hacia el otro y ahí está él, mirándola fijamente y de pronto estampándole un beso sorpresa, esos de las novelas; aquellos que nunca se olvidan.
Ya basta chica, deja de alucinar, tú sabes que eso nunca sucederá, sea por que a él le interesas tanto como la primera gota de lluvia que está cayendo o por que eres tan tímida que ni siquiera puedes darle un beso en la mejilla.
Pasan los minutos, media hora... ¿Dónde está?, la pobre está más congelada que el Huascarán antes del calentamiento global, pero eso no es lo que le preocupa, ahora aunque parezca increíble ella está preocupada por él, piensa que le puede haber pasado algo en el camino. ¿Si está enfermo?, ¿Si lo atropello el carro?, ¿Si se murió?, Por favor chica, date cuenta, ¡reacciona!, ella le marca al celular, pero no contesta, en su rostro hay dibujada entre preocupación, desilusión y ganas de llorar, una triste sonrisa que pone diciendo: seguro tenía algo que hacer, no importa, no me puedo molestar, solo somos amigos.
Camina con la cabeza agachada, coge el mp3, lo prende y escucha entre suspiros una canción de Roxette, esa que dice:"No sé si es amor pero lo parece...”, así camina hasta el paradero, para un carro, sube y se sienta.
Ella está sentada en uno de los asientos de la parte derecha, apoya su cabeza contra la ventana y mira la gente pasar, va rumbo a cualquier parte que le haga sentir bien, piensa por qué le pasa lo que le pasa, ¿por qué se siente sola?, por qué simplemente a nadie le importa.
El carro va lento, o así lo siente ella, siente como si estuviera en un ataúd y la estuvieran paseando, o simplemente que el carro la está acompañando en su sufrimiento, se quita el mp3 que ya ha agotado hasta el último la batería y escucha la canción que resuena en el carro.
Canciones de amor que laceran y abren más la herida en su corazón, con el rostro contra la ventana, maldice el amor que no tiene y que la hace tan infeliz, mira de vez en cuando a las personas que pasan, cada vez que ve una pareja de enamorados siente que la están provocando, hace tanto que no me besan con amor - dice para sí misma.
No sabe a donde quiere ir en realidad, solo quiere salir de ese infierno al que se está sometiendo pensando en aquel tipo que no la quiere, ella busca despejar su mente y pensar en cualquier cosa menos en él, pero cada cuadra que avanza se sume más en su infierno. ¡Maldita sea!, ¡en el siguiente paradero me bajo!-piensa y así lo hace, baja y empieza a caminar, da vueltas y más vueltas, está perdida.
Ella observa que es un lugar tranquilo, verde por todos lados y ¡wow! una vista maravillosa al mar, se recuesta, mira al cielo y respira hondo, aún no deja de pensar en él.
Porque estoy así, tan ilusionada – dice y se golpea la cabeza con las manos, desearía que él sintiese lo mismo que yo- piensa. Ella siente la brisa del mar, el aroma, la frescura, ¡que tranquilidad!, está tan feliz de estar ahí.
De pronto suena su celular, ¡Oh por Dios!, es él, ella mira el celular con aire de desprecio y dándole maldiciones contesta - ¿aló?, ¿Qué pasó?, ella le habla con un sentimiento de rencor y con tono de reproche, él le dice que surgió algo de último momento, que bla, bla, bla; ella le dice que no importa que lo deje ahí, que para otra será.
Ella se levanta, camina hacia cualquier parte, él ha roto la calma que con mucho sacrificio había conseguido ella, da vueltas y vueltas, cae, se agarra el rostro y llora; se limpia las lagrimas, se levanta y busca el paradero más próximo.
Sube a un carro que la llevará a su casa, en el transcurso duerme, llega a su paradero, baja del carro, camina hacia su casa, abre la puerta, sube a su cuarto y se echa a su cama, está muy triste, ¿Por qué todo me sale mal? – se pregunta, se levanta, prende la radio, sintoniza una radio romántica y se tortura recordando.
Se dirige a la sala donde está la computadora, la prende, entra al Messenger y ruega que él se conecte, termina de comerse la última uña larga que tenía, pasa media hora, una hora y él entra en línea.
Ella le habla, le escribe preguntándole como está, él le dice que está ebrio y ella lo maldice en su mente, maldito borracho, me dejas para irte a tomar con tus amigos- piensa, él ya no escribe, ella se pone triste, tiene la cabeza contra la mesa.
Ya no aguanto más – dice, ella piensa olvidarlo, está decepcionada, él no es como ella pensaba, creía que él era diferente, al principio estaba siempre ahí pendiente de ella y ahora le da igual. Aunque ella este triste, ella lo superará porque ella es fuerte, muy fuerte.
Coge un cuaderno, un lapicero y un libro de apoyo; empieza a ordenar su cuarto que estaba tan revoloteado como su mente. Encuentra una carta que le escribió una de sus participantes en el último retiro que realizo, en ella la joven le dice lo contenta que está de que ella halla sido su asesora, ella se enternece y sonríe.
Ella toca su cabello y dice: ¡ay! está sucio, se dirige al baño, entra, empieza a desvestirse y prende la ducha, ojala con el agua también se borraran los problemas – piensa mientras el agua recorre su cuerpo.
Sale de la ducha relajada, con una expresión de tranquilidad en el rostro. ¡Que relax!- dice mientras se seca el cabello con una toalla, se mira al espejo y piensa – no soy fea, ¡Ash! él se lo pierde, si no me quiere o no le gusto yo no puedo hacer nada, en su rostro hay dibujada una sonrisa de despecho.
Se dirige a su cuarto, se coloca la pijama, enciende la radio y se recuesta en la cama, jala de debajo de esta un cajón donde está su gata con sus tres gatitos, agarra uno de los gatitos y lo besa, luego lo deja nuevamente con su mamá.
Ahora aquel cuarto desordenado a logrado una pulcritud impresionante, el ambiente está mas tranquilo, todo está en su lugar, hasta aquellas viejas zapatillas de color rosa que nunca usa pero que las tiene porsiacaso.
Ella está sumida en un sueño, al parecer bonito pues en su rostro hay una gran sonrisa y el peluche que tiene abrazado está a punto de explotar.
2 comentarios:
la chica Relax, la de mente distorcionada la chica espacial...resumiento janet barboza SJM!!.. es un cuento muy bueno! q demuestra los sentiemientos de la chica..ingenua...inocente...en busca de essee amor unico original y autentico q la haga feliz...
tienes una forma de escribir muy rica, simplemente tienes q cuidar en lo estetico de unas palabritas q no le quiten la emocionee!! relax!! :) me gusto!!!!!
no es cuento .. me suena fammiliar ... pero sammys .. no es el pensar que hisimos mal ;D , si no pensar que no ai que envolucrurc con personas inmaduras que solo buscan un cariño y cuando ya lo tienen se van :) Beso
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