A nosotros una mano nos tejió
con hilos y cuerdas,
con jalones y empujones,
con distintas agujas.
A mi me hizo débil
y a ti un poco menos,
nos dió caricias para compartir
y reflexiones para odiarnos.
Tú de hierro,
yo de bronce,
con botones manipulables
y transistores de metal,
sin corazón y con huecos,
con deformidades
e imperfectos,
atables y manipulables.
Autogestionables
y a la vez dependientes,
amantes sin sentimientos
con una sola misión innegable...
complementarnos.
Circuitos y chips
para ambos,
conjugando impulsos
y articulando palabras
sin haber aprendido
a leer o escribir.
Nos besamos sin besos
y engendramos sin células.
Te espero sin tiempo
y me oxido con el invierno,
Te desarma el olvido
y ya no tienes tornillos.
Vivimos dentro de cavernas
esperando una libertad
que si no es próxima o cercana
terminaremos descoloridos.
Nos hicieron para estar juntos
pero nos separan en el intento,
nos prepararon para ser fuertes
y nunca nos enseñaron a defendernos.
Me obligan a pertenecerte,
jamás me dijeron qué debía gustarme de ti
o que en algún momento debía consumirme a tu lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario