lunes, 13 de abril de 2009

Mis pies


Estos pies adoloridos de tanto caminar, ya no me obedecen, es como si pensaran solos y tuvieran un único destino: tú.

Es que antes de conocerte no me importaba caminar, porque simplemente no lo hacía, pero hoy he vuelto a lo de antes, a espiarte y a correr a la par tuya por las mañanas.

Siempre estoy cansada pero por ti sería maratonista, por tí recorrería el mundo en sandalias y si quieres descalza.

Cuando estoy a tu lado ni los uso, siempre estoy volando de emoción, es que me pierdo en tus ojos marrones con brillitos y tus cabellos castaños y alborotados.

Soy otra a tu lado, un ser ilógico e indecente, sin verguenza de caerme al perseguirte, si lo hago me levanto y ¡ojala tú me levantes!, y así de pie los dos corramos cogidos de la mano.

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